El domingo 24 de este mes comienzo un tratamiento para la infertilidad con el seguimiento de mi ovulación. Nunca en la vida pensé que me pasaría algo así, pero me tocó, y aunque lo he aceptado, igual me da cierto grado de impotencia ya que no soy yo la que tengo el problema.
Cuando supe que mi marido era el del problema, yo me saqué un gran peso de encima, estaba casí segura que era yo (ya que tuve una perdida de mi anterior embarazo), y realmente fue un alivio saber que estaba bien, pero al poco tiempo me di cuenta que estaba pensando mal, ya que este es un problema de a dos, y teníamos que enfrentarlo juntos.
Cuando inicie este blog hace casi ya un año, pensé que escribiría temas sobre el embarazo y las distintas etapas que viviría. Pero el tan deseado embarazo no llegó y cada mes que pasaba más me culpaba de haber perdido mi anterior y primer embarazo.
Cuando descubrimos que era mi marido el que tiene levemente debilitado los espermios, nos costó unos cuantos meses asumir que tendríamos que hacer un tratamiento de inseminación, nos preocupaba muchísimo el costo que esté tendría y además siempre mantuvimos la oculta esperanza de que quedará embarazada nuevamente. Cada cierto tiempo nos preguntábamos ... ¿pero si ya quedamos una vez? ... ¿por qué no pasa nada ahora? ... La verdad es que estábamos bastantes desorientados, íbamos de médico en médico y cada uno nos decía una cosa distinta y nos mandaban a hacer miles de exámenes para no llegar a nada ....
Hasta que un día leí en el diario sobre IVI, un instituto español que acababa de llegar a Chile, especialista en el tema y de excelente prestigio en Europa. No dude ni un minuto y fuimos a una se sus charlas, mi intensión era conectar a mi marido con el tema, ya que él estaba solo preocupado del trabajo y no quería abrir los ojos que el tiempo pasaba y jugaba en nuestra contra (muy comprensible, yo creo que se escudaba en el trabajo para no afrontar el problema). Fue genial la idea de ir a esas charlas, ya que por fin encontramos un lugar donde nos aclararon todas las dudas y nos sentimos más seguros.
Es así como estamos a punto de dar nuestro primer paso con una inseminación, y aunque sabemos que el porcentaje de que el resultado sea positivo es bajo, tenemos que intentarlo ya que un hijo es mucho más importante que toda la plata del mundo.
Mi intensión es dejar registrado aquí todo el proceso que viviremos, ya que tal vez a alguien le pueda servir.