Medicina Reproductiva
Pacientes que no tienen ovocitos o no han logrado embarazarse con los propios, tienen opción de ser madres gracias a la generosidad de otra mujer.
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En Chile existe un programa de donación de óvulos, una iniciativa disponible hace más de una década y que hoy se realiza en varios centros de medicina reproductiva.
"En los últimos diez años han nacido unos 400 niños gracias a la donación de óvulos", estima el doctor José Balmaceda, presidente de la Sociedad Chilena de Fertilidad (SOCFER).
Los programas de ovodonación se iniciaron dentro de los centros de medicina reproductiva y de forma totalmente anónima y altruista.
"Las donantes son mujeres que están dentro del programa de fertilidad y que durante la estimulación ovárica que se les hace como parte de su tratamiento producen una alta cantidad de óvulos, superior a la que van a necesitar", explica el doctor Ítalo Ciuffardi, director médico del Instituto de Medicina Reproductiva de Concepción, donde existe un Programa de Donación Ovocitaria desde 1997.
La mayoría de las receptoras son mujeres que tienen una menopausia prematura por una enfermedad o porque les han extirpado los ovarios. Otro grupo lo componen aquellas que no pueden quedar embarazadas con sus propios óvulos porque éstos son de mala calidad o porque tienen baja respuesta al tratamiento de estimulación de la ovulación.
"También hay mujeres que son portadoras de una enfermedad hereditaria que no quieren transmitir a su hijo y otras que han pasado los 40, por lo tanto están en edad en que sus ovarios empiezan a funcionar mal y tienen posibilidad de gestación muy baja", agrega el doctor Patricio Masoli, director médico del Programa de Reproducción Asistida de la Clínica de la Mujer, en Viña del Mar.
A mujeres que han fracasado de forma repetida en la fecundación in vitro también se les puede ofrecer esta alternativa.
En general, en la mayor parte de los centros en que se hace ovodonación los médicos coinciden en que son más las mujeres dispuestas a donar sus óvulos que aquellas que no lo hacen.
Sin embargo, no todas califican para donar. Los centros seleccionan sólo a menores de 35 años, sin historia familiar de enfermedades de transmisión genética, sin infecciones como VIH, hepatitis B y C o sífilis y con buena respuesta a la estimulación ovárica. Muchas de ellas son mujeres sanas que están en programas de fertilidad porque su pareja es infértil o porque ellas tienen un problema, pero en las trompas o el útero.
Todo esto hace que "las potenciales donantes sean sólo el 15 a 20% del total de mujeres que están en el programa", dice el doctor David Vantman, jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva del Hospital Clínico de la U. de Chile.
Otro esquema
"Una mano ayuda a otra" es un segundo esquema de donación de óvulos que se creó en la Clínica Las Nieves. "En este caso opera en parejas donde el hombre es el que tiene infertilidad, pero no tienen los recursos económicos como para financiar un tratamiento de fertilización asistida", dice el doctor Pommer, jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de este centro.
Si la mujer es sana y menor de 35 años, se le propone que done óvulos a alguna paciente que esté en la lista de espera y que a cambio pueda costear el tratamiento de ambas.
"La potencial receptora compra los medicamentos que necesita la donante y le llegan como regalo a la donante. A su vez, el compromiso de la clínica es que se cobra por un solo tratamiento", explica Pommer. Al extraer los óvulos, éstos se reparten equitativamente entre las dos.
La última alternativa es la donación con donante conocida, que es la menos empleada en Chile. Ahí, la paciente lleva a una familiar que está dispuesta a donarle óvulos y el centro les ofrece apoyo sicológico.
En Chile el Código Civil establece que legalmente la madre es la que pare al hijo, por lo que este tipo de donación no involucra la posibilidad de conflictos legales sobre la maternidad.
La edad reproductiva se puede congelar
Magdalena tiene 30 años, es ginecóloga, está haciendo una especialización y tiene pareja estable. "Pero todavía no me siento preparada para tener hijos, primero quiero terminar mi beca y luego comenzar a tener familia". Para esa fecha su fertilidad comenzará a declinar, por eso decidió que en febrero vitrificará sus óvulos.
"La vitrificación consiste en congelar los óvulos con tanta rapidez, que quedan en un estado sólido vidrioso que impide que se forme hielo dentro, lo que aumenta las posibilidades de que al descongelarlos queden en buenas condiciones", dice el doctor Ricardo Pommer, jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de la Clínica Las Nieves, donde el procedimiento se realiza desde febrero y está disponible para quienes quieran postergar su maternidad.
La técnica está entrando en Chile orientada a pacientes de programas de fertilización asistida que quieren conservar óvulos o que, por reparos éticos, no quieren criopreservar embriones.
También le sirve esta técnica a jóvenes con cáncer y cuyos óvulos podrían dañarse con el tratamiento.
Los especialistas aclaran que como es una técnica nueva, hay pocos casos publicados, lo que dificulta conocer de forma certera su rendimiento.
En las mujeres jóvenes y buenas productoras de óvulos, "se estima que se produce un embarazo por cada 20 óvulos descongelados. En transferencias sucesivas es posible llegar al 40% de posibilidad de embarazo", dice el doctor José Balmaceda, presidente de la SOCFER. Pero, aclara, "en mujeres que no tienen esas características, las tasas de éxito debieran ser más bajas".
Dónde y cuándo
Actualmente se vitrifican óvulos en el IDIMI y en la Clínica Las Nieves. En el Hospital Clínico de la U. de Chile comenzarán este año, y también ofrecerán el servicio a mujeres que quieren postergar su maternidad. Esta opción será estudiada por la Clínica de la Mujer, que tiene a una especialista capacitándose en la técnica.
También se apronta a vitrificar el Equipo IVI Santiago, y en la Clínica Alemana de Santiago hay una embrióloga capacitada en la técnica, pero planean con más cautela su aplicación. Según afirma el doctor Patricio González, "consideramos que todavía falta mucho camino por recorrer para determinar si esta técnica es superior a la congelación lenta".
Lista de espera
Hoy existen en Chile cerca de 300 mujeres en listas de espera de donación de óvulos. "Esta cifra va a ir en alza, considerando que las mujeres están postergando cada vez más su maternidad", estima el doctor Patricio González, jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de la Clínica Alemana. El especialista y sus colegas estiman que la creciente posibilidad de criopreservar óvulos también reducirá la cantidad de donantes, porque muchas preferirán guardar para sí mismas todos sus óvulos. En otros países de América y Europa esto se resuelve pagando por los óvulos, "tal como se hace con los espermios", dice el doctor Balmaceda.
Paula Leighton N. El Mercurio
Pacientes que no tienen ovocitos o no han logrado embarazarse con los propios, tienen opción de ser madres gracias a la generosidad de otra mujer.
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En Chile existe un programa de donación de óvulos, una iniciativa disponible hace más de una década y que hoy se realiza en varios centros de medicina reproductiva.
"En los últimos diez años han nacido unos 400 niños gracias a la donación de óvulos", estima el doctor José Balmaceda, presidente de la Sociedad Chilena de Fertilidad (SOCFER).
Los programas de ovodonación se iniciaron dentro de los centros de medicina reproductiva y de forma totalmente anónima y altruista.
"Las donantes son mujeres que están dentro del programa de fertilidad y que durante la estimulación ovárica que se les hace como parte de su tratamiento producen una alta cantidad de óvulos, superior a la que van a necesitar", explica el doctor Ítalo Ciuffardi, director médico del Instituto de Medicina Reproductiva de Concepción, donde existe un Programa de Donación Ovocitaria desde 1997.
La mayoría de las receptoras son mujeres que tienen una menopausia prematura por una enfermedad o porque les han extirpado los ovarios. Otro grupo lo componen aquellas que no pueden quedar embarazadas con sus propios óvulos porque éstos son de mala calidad o porque tienen baja respuesta al tratamiento de estimulación de la ovulación.
"También hay mujeres que son portadoras de una enfermedad hereditaria que no quieren transmitir a su hijo y otras que han pasado los 40, por lo tanto están en edad en que sus ovarios empiezan a funcionar mal y tienen posibilidad de gestación muy baja", agrega el doctor Patricio Masoli, director médico del Programa de Reproducción Asistida de la Clínica de la Mujer, en Viña del Mar.
A mujeres que han fracasado de forma repetida en la fecundación in vitro también se les puede ofrecer esta alternativa.
En general, en la mayor parte de los centros en que se hace ovodonación los médicos coinciden en que son más las mujeres dispuestas a donar sus óvulos que aquellas que no lo hacen.
Sin embargo, no todas califican para donar. Los centros seleccionan sólo a menores de 35 años, sin historia familiar de enfermedades de transmisión genética, sin infecciones como VIH, hepatitis B y C o sífilis y con buena respuesta a la estimulación ovárica. Muchas de ellas son mujeres sanas que están en programas de fertilidad porque su pareja es infértil o porque ellas tienen un problema, pero en las trompas o el útero.
Todo esto hace que "las potenciales donantes sean sólo el 15 a 20% del total de mujeres que están en el programa", dice el doctor David Vantman, jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva del Hospital Clínico de la U. de Chile.
Otro esquema
"Una mano ayuda a otra" es un segundo esquema de donación de óvulos que se creó en la Clínica Las Nieves. "En este caso opera en parejas donde el hombre es el que tiene infertilidad, pero no tienen los recursos económicos como para financiar un tratamiento de fertilización asistida", dice el doctor Pommer, jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de este centro.
Si la mujer es sana y menor de 35 años, se le propone que done óvulos a alguna paciente que esté en la lista de espera y que a cambio pueda costear el tratamiento de ambas.
"La potencial receptora compra los medicamentos que necesita la donante y le llegan como regalo a la donante. A su vez, el compromiso de la clínica es que se cobra por un solo tratamiento", explica Pommer. Al extraer los óvulos, éstos se reparten equitativamente entre las dos.
La última alternativa es la donación con donante conocida, que es la menos empleada en Chile. Ahí, la paciente lleva a una familiar que está dispuesta a donarle óvulos y el centro les ofrece apoyo sicológico.
En Chile el Código Civil establece que legalmente la madre es la que pare al hijo, por lo que este tipo de donación no involucra la posibilidad de conflictos legales sobre la maternidad.
La edad reproductiva se puede congelar
Magdalena tiene 30 años, es ginecóloga, está haciendo una especialización y tiene pareja estable. "Pero todavía no me siento preparada para tener hijos, primero quiero terminar mi beca y luego comenzar a tener familia". Para esa fecha su fertilidad comenzará a declinar, por eso decidió que en febrero vitrificará sus óvulos.
"La vitrificación consiste en congelar los óvulos con tanta rapidez, que quedan en un estado sólido vidrioso que impide que se forme hielo dentro, lo que aumenta las posibilidades de que al descongelarlos queden en buenas condiciones", dice el doctor Ricardo Pommer, jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de la Clínica Las Nieves, donde el procedimiento se realiza desde febrero y está disponible para quienes quieran postergar su maternidad.
La técnica está entrando en Chile orientada a pacientes de programas de fertilización asistida que quieren conservar óvulos o que, por reparos éticos, no quieren criopreservar embriones.
También le sirve esta técnica a jóvenes con cáncer y cuyos óvulos podrían dañarse con el tratamiento.
Los especialistas aclaran que como es una técnica nueva, hay pocos casos publicados, lo que dificulta conocer de forma certera su rendimiento.
En las mujeres jóvenes y buenas productoras de óvulos, "se estima que se produce un embarazo por cada 20 óvulos descongelados. En transferencias sucesivas es posible llegar al 40% de posibilidad de embarazo", dice el doctor José Balmaceda, presidente de la SOCFER. Pero, aclara, "en mujeres que no tienen esas características, las tasas de éxito debieran ser más bajas".
Dónde y cuándo
Actualmente se vitrifican óvulos en el IDIMI y en la Clínica Las Nieves. En el Hospital Clínico de la U. de Chile comenzarán este año, y también ofrecerán el servicio a mujeres que quieren postergar su maternidad. Esta opción será estudiada por la Clínica de la Mujer, que tiene a una especialista capacitándose en la técnica.
También se apronta a vitrificar el Equipo IVI Santiago, y en la Clínica Alemana de Santiago hay una embrióloga capacitada en la técnica, pero planean con más cautela su aplicación. Según afirma el doctor Patricio González, "consideramos que todavía falta mucho camino por recorrer para determinar si esta técnica es superior a la congelación lenta".
Lista de espera
Hoy existen en Chile cerca de 300 mujeres en listas de espera de donación de óvulos. "Esta cifra va a ir en alza, considerando que las mujeres están postergando cada vez más su maternidad", estima el doctor Patricio González, jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de la Clínica Alemana. El especialista y sus colegas estiman que la creciente posibilidad de criopreservar óvulos también reducirá la cantidad de donantes, porque muchas preferirán guardar para sí mismas todos sus óvulos. En otros países de América y Europa esto se resuelve pagando por los óvulos, "tal como se hace con los espermios", dice el doctor Balmaceda.
Paula Leighton N. El Mercurio
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